Introducción
Bueno, si estás leyendo esto, es porque probablemente ya sabes que la salsa de chile pasilla es más importante de lo que parece, ¿verdad? Si hay algo que puede elevar tu carne asada de meh a ¡wow! en un abrir y cerrar de ojos, es esta joyita. ¡Así que prepárate para darle un toque ahumado a tu parrilla!
Lo más importante
Elemento | Descripción |
---|---|
Chiles Pasilla | El alma de la salsa, te dará ese sabor ahumado. |
Ajo | Porque, seamos honestos, todo sabe mejor con ajo. |
Limón | Un toque ácido que realza todos los sabores. |
Ingredientes o materiales
Ok, para esto no necesitas nada demasiado fancy, solo lo básico, pero asegúrate de tener:
- 4 chiles pasilla secos
- 2 dientes de ajo
- 1/2 taza de agua caliente
- Jugo de 1 limón
- Sal al gusto
Paso a paso
1. Preparar los chiles
Primero, retira los tallos y las semillas de los chiles pasilla. ¿Sabías que esto no solo es por estética? Las semillas son los culpables del picante excesivo. Así que, ¡a desempacar esos chiles!
2. Hidratar los chiles
Coloca los chiles en un tazón con agua caliente y déjalos reposar por unos 15 minutos. Esto los va a suavizar. ¡Sí, al igual que nosotros después de un día estresante!
3. Mezclar los ingredientes
En la licuadora, añade los chiles hidratados, los dientes de ajo, el jugo de limón y una pizca de sal. Agrega un poco del agua en la que se hidrataron los chiles, pero no te emociones y le pongas toda. Recuerda, ¡es salsa, no sopa!
4. Licuar
Licúa todo hasta obtener una mezcla suave. Si queda demasiado espesa, puedes añadir un poco más de agua. La consistencia es clave, ¡como tu ex en la pista de baile!
Trucos y variaciones
Si quieres llevar esto al siguiente nivel, prueba añadir un par de rodajas de jalapeño para un toque extra de picante. Y si a alguien no le gusta el ajo (¿por qué? ), puedes reducir la cantidad, pero no digas que no te advertí.
Un error común es no dejar reposar la salsa después de hacerla. Si puedes, déjala en el refrigerador por al menos 30 minutos antes de usarla. Los sabores se mezclan mejor, como tus amigos después de unas cervezas.
Recomendación
Y si al final todo sale bien, ¡me cuentas cómo te fue! La próxima vez que hagas carne asada, no olvides llevar esta salsa contigo. Recuerda: el truco está en probar y ajustar los sabores. Así que échale ganas, convierte esa carne en una obra maestra, y que el mundo sepa que tú y la salsa de chile pasilla están hechos el uno para el otro. ✨